Segunda entrada dedicada a los beneficios derivados de la práctica de Aeroyoga®. En la primera parte de estas entradas dedicadas a los beneficios de Aeroyoga® hablamos de la eliminación del dolor de espalda, de la descompresión, oxigenación y nutrición de nuestra columna, del drenaje circulatorio, linfático y nutrición de la piel y de la capacidad para combatir estrés, hipertensión y ansiedad.
En esta segunda parte vamos a hablar de otros beneficios también en el terreno físico, que son los siguientes:
Tonifica y redefine tu cuerpo
Con cualquiera de los tres submétodos (aeroyoga®, aeropilates® o aerofitness®) se realizan innumerables ejercicios de tensión y estiramiento muscular, buscando la tonificación de los músculos sin ganar volumen y la elongación de los mismos con los estiramientos, por lo que la imagen general será un cuerpo con una musculatura más definida, con un dibujo anatómico más marcado, sin ganancia de volumen. Una de las ventajas que encontramos de estos submétodos es la facilidad que las posiciones en el columpio nos dan para aislar del trabajo específico de tonificación otros grupos musculares que deberíamos implicar, por ejemplo, a la hora de mantener la postura correcta. Y ésto lo explicamos con un ejemplo muy sencillo: hacer una plancha en el suelo para trabajar pectoral con flexiones de codos o hacer el superhéroe en el columpio y hacer trabajo pectoral haciendo dominadas. En el primer caso, si nuestra musculatura postural del centro no es fuerte, vamos a perder la horizontalidad de la plancha y vamos a realizar un trabajo poco efectivo, pudiendo incluso lastimar la zona lumbar; en el segundo caso, con el columpio a modo de pañal recogiendo el centro del cuerpo y ayudando a mantener la horizontalidad, podemos centrar todo el esfuerzo en la carga de trabajo del tren superior, con lo que nuestro trabajo será más efectivo.
Además, se ha demostrado que todo trabajo de tonificación en suspensión, utilizando por ejemplo el peso del cuerpo como carga a vencer, es muy efectivo, con lo que utilizando los brazos del columpio tenemos el accesorio perfecto para hacer trabajos de este tipo, como la amplia gama de ejercicios, por ejemplo, que encontramos en aeropilates® y aerofitness®.
Refuerza la musculatura y fortalece las articulaciones
Lo hemos explicado anteriormente, pero trabajando de forma controlada y con la ayuda del columpio, podemos eliminar mucha tensión sobre todo de articulaciones como rodillas y hombros, y trabajar de una manera más segura, ya que parte de nuestro peso siempre va a estar apoyado sobre el cuerpo del columpio. Trabajando de forma más suave y segura en musculatura y articulaciones, estamos realizando el correcto entrenamiento para fortalecer las mismas sin sobrepasar su carga de trabajo y provocar, por ejemplo, lesiones que al final provocan un retroceso en el plan de rehabilitación o entrenamiento. Una articulación más fuerte es una articulación más sana y estable, beneficiando al resto del cuerpo a la hora de repartir esfuerzos durante la realización de ejercicios físicos o simplemente en la ayuda al mantenimiento de la postura correcta (unas rodillas dañadas o una pelvis inestable poco pueden ayudar al mantenimiento de la postura erguida, con la espalda recta y alineada con el cuello).
Fortalece las conexiones neuronales, mejorando la memoria y la inteligencia
La pérdida de memoria a corto plazo no se debe a la edad o a que las neuronas se mueran y no se regeneren, sino a la reducción del número de conexiones entre sí de las neuronas o dentritas (ramas de las neuronas). Así como se atrofia un músculo sin uso, las dentritas también se atrofian si no se conectan con frecuencia, y la habilidad del cerebro para meter nueva información se reduce. Es cierto, el ejercicio ayuda mucho a alertar la mente; también hay vitaminas y medicinas que aumentan y fortalecen la memoria. Sin embargo, nada como hacer que nuestro cerebro fabrique su propio alimento: las neurotrofinas. Las neurotrofinas son moléculas que producen y secretan las células nerviosas, y actúan como alimento para mantenerse saludables. Cuanto más activas estén las células del cerebro, más cantidad de neurotrofinas producen y esto genera más conexiones entre las distintas áreas del cerebro.
Lo que necesitamos es hacer ejercicio con las neuronas: estirarlas, sorprenderlas, sacarlas de su rutina, presentarles novedades inesperadas y divertidas a través de las emociones, del olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído. ¿El resultado? El cerebro se vuelve más flexible, más ágil, y su capacidad de memoria aumenta.
La verdad es que la vida de la mayoría de nosotros se lleva a cabo dentro de una serie de rutinas. Piensa en un día o semana corriente: ¿Qué diferencia hay en tu rutina de la mañana, en tu ruta hacia el trabajo, la hora en la que comes o regresas a la casa? ¿El tiempo que pasas en el coche? ¿El tiempo y los programas que ves en la televisión? Y es que las actividades rutinarias son inconscientes, hacen que el cerebro funcione en automático y requieren un mínimo de energía. Las experiencias pasan por las mismas carreteras neuronales ya formadas. No hay producción de neurotrofinas.
Con el trabajo de aeroyoga® cada día estamos en un mundo nuevo, experimentando sensaciones nuevas, trabajando todos los sentidos, creando nuevas conexiones neuronales, rompiendo nuestra rutina de trabajo y ejercicio y ejercitando nuestro cerebro, que también practica aeroyoga®, para volverse más ágil y flexible, más joven, en definitiva, más sano.
Aumenta la conciencia de nuestro cuerpo y nos ayuda a crear nuevos patrones de movimiento
Al movernos sobre todo en el espacio, en un medio sin gravedad como es el columpio, conseguimos tener mayor conciencia de nuestro cuerpo, nos olvidamos del suelo y nos centramos en localizar cada parte de nuestro cuerpo y percibir cada movimiento. Si encima trabajamos en inversión, el esfuerzo de autoconocimiento es mucho mayor así como los beneficios una vez hemos dominado el medio. Con esta mejora en la conciencia de nuestro cuerpo, puedo eliminar viejos patrones de movimiento erróneos y adoptar nuevos patrones mucho más depurados (podemos mejorar el movimiento de las articulaciones para perfeccionar la técnica de golpeo de un tenista, la batida de piernas de un atleta, la pedalada de un ciclista, etc.), fluidos (coordinación de pases de baile de un bailarín), acordes con la anatomía de mi cuerpo, con la técnica de movimiento o adecuados según las condiciones especiales de esa parte del cuerpo (hablamos de problemas en rehabilitación, por ejemplo, que requieren de un movimiento específico por la lesión que estamos tratando).
Vamos a conseguir una reeducación tanto postural como de movimientos mucho más efectiva, buscando la eficiencia biomecánica y el trabajo más compensado y equilibrado de todas las estructuras de nuestros cuerpo, y si conseguimos que esos nuevos patrones de movimiento se «graben» en nuestro plan de movimiento automático, alcanzaremos la precisión y la eficiencia de toda máquina bien engrasada y bien configurada.
La semana que viene terminaremos con la última entrada dedicada a los beneficios del Aeroyoga®, y la dedicaremos a hablar de aquellos que afectan al campo psicológico y emocional. ¡Hasta pronto!