Buenos días! En este primer artículo que escribimos hace tiempo sobre pilates y running os hablábamos un poquito del crecimiento de este deporte últimamente y de cómo ante la demanda creciente de material y profesionales relacionados con el running, nosotros como instructores de pilates teníamos un campo enorme de posibilidades a la hora de transmitir nuestros conocimiento para un mejor entrenamiento de cara a la práctica de esta disciplina.
En el artículo que nos ocupa hoy vamos a hablar un poco del trabajo de acondicionamiento físico para ganar control y estabilidad (muy importante para la carrera y la forma en la que ejecutamos la zancada) y vamos a hacer mención a un trabajo que no se suele realizar de forma específica en los entrenamientos pero que es muy importante, sobre todo para el corredor de montaña: el trabajo muscular excéntrico.
La idea del presente artículo viene porque la semana pasada nos encontramos con este artículo de sportlife.es En este artículo nos cuentan que toda contracción dinámica de un músculo tiene dos fases. Esas dos fases son la concéntrica y la excéntrica. Y lo vamos a explicar con un ejemplo muy gráfico: en posición de pie, cuando hacemos trabajo de biceps con pesas, por ejemplo, la fase concéntrica del ejercicio es aquella en la que subimos la pesa (se llama así porque la contracción del músculo, el movimiento, lo que hace es acercar los dos extremos del biceps entre sí) y la fase excéntrica es aquella en la que bajamos la pesa (en esta fase de la contracción lo que hacemos es alejar los dos extremos del biceps entre sí). Si haces la prueba, notarás que el músculo está en tensión en ambas fases, siempre que en la fase excéntrica controlemos la bajada de la pesa y no dejemos caer ésta a plomo con el brazo relajado.
Entre los beneficios que se apuntan en el artículo citado del entrenamiento excéntrico, destacamos los siguientes:
– Aumenta la fuerza muscular.
– Aumenta la elasticidad de los tejidos, tanto del muscular como del conectivo.
– Mejora el funcionamiento de los tendones.
– Facilita el alargamiento muscular.
– Mejora la capacidad propioceptiva, lo que mejora la estabilidad.
– Mejora la respuesta de la fase concéntrica de la contracción muscular.
– Disminuye el riesgo de lesiones musculares y tendinosas.
Pues bien, el entrenamiento excéntrico consiste en entrenar la musculatura dinámica (la responsable del movimiento) en su fase excéntrica, es decir, vamos a trabajar con tensión muscular, con el músculo contraído, pero haciendo el movimiento en el cual estemos alejando los extremos del músculo. Y para que el trabajo sea completo, lo haremos de forma lenta y controlada, uno de los principios básicos de Pilates. En nuestras clases de Pilates suelo, ya sean los ejercicios básicos o las modificaciones con los implementos (pelotas, aros, pesas, cintas elásticas) trabajamos muy bien ambas fases de la contracción muscular, haciendo en general un muy buen trabajo global, pero somos capaces de «aislar» la fase excéntrica de la contracción y hacer un mejor trabajo. A continuación os mostramos algunos ejercicios que nosotros ponemos en práctica en nuestras sesiones de Aeropilates®.
1.- Trabajo abdominal
2.- Trabajo de Isquitibiales
3.- Trabajo de cuádriceps
4.- Trabajo de zona lumbar
En nuestro canal de YouTube tienes los vídeos con la forma de realizar las repeticiones de los mismos. Hasta la próxima!!