Buenos días! Desde que apareció el método Pilates, han aparecido épocas en las que se ha puesto de moda mezclar el Pilates con cualquier otra disciplina, como el yoga (yogalates), con la gimnasia acuática (acualates), con el boxeo (sí, lo leí hace un par de semanas) y seguro que vosotros os acordáis de más o habéis leído o escuchado de alguna otra mezcla rara. Y como ésto nos dará para una entrada posterior, me apunto el escribir de ésto en el futuro. Disciplinas mezcladas con Pilates.
El motivo de la entrada de hoy es para hablar de una variante del Pilates surgida también hace poco, pero que no es consecuencia de mezclar, sino de implementar el trabajo del pilates con un elemento nuevo y retador como es un columpio, que se cuelga del techo y nos permite hacer trabajo aéreo, dando paso a lo que conocemos como aeropilates® o pilates aéreo, ya que dependiendo del centro donde lo realices le llamarán de una u otra manera.
En todos los blogs y vídeos que he visto, y también aquí en el centro, el columpio que tenemos y utilizamos es un columpio que consta de dos partes, una parte que es la hamaca, y otra que son dos brazos con distintos estribos a diferentes alturas para agarrar con manos y pies. Toda la estructura se engancha a dos cuerdas guía con nudos a diferentes alturas para regular la altura de la hamaca y de los brazos y adaptarla a la estatura de las personas y a los ejercicios que se vayan a realizar.
Este nuevo elemento nos permite trabajar con un condicionante más en nuestras sesiones de pilates: el trabajo en suspensión y la ingravidez. Si alguno conoce el famoso entrenamiento en suspensión TRX, lo que el columpio de aeropilates® nos permite es lo mismo, trabajar en suspensión utilizando el peso de nuestro cuerpo para dificultar la ejecución de los ejercicios y mejorar sobretodo el trabajo de tonificación de brazos, piernas y musculatura central.
Eso en cuanto al trabajo en suspensión, pero con el componente de ingravidez podemos trabajar mucho mejor en la propiocepción y la distribución y movimiento de nuestro cuerpo en el espacio, ¿cómo?, pues con las posturas en inversión, dónde la mente pierde toda referencia, no hay contacto con el suelo y realizar el movimiento perfecto y preciso se convierte en todo un reto.
Hasta la próxima!